Cada persona está continuamente enviando información sobre su personalidad al exterior. La ropa, el rostro, el tono de voz… en todo lo que hacemos nuestro modo de ser sale a relucir (ya sea de manera más o menos evidente). A mi parecer, las manos cobran en este proceso de proyección hacia el exterior un papel especialmente importante, pues consiguen esbozar un retrato fiel sobre las personas y su carácter. A través de ellas nos acercamos al mundo y con ellas lo manipulamos; las manos reflejan, por tanto, nuestra actitud ante las cosas y nuestro estado anímico.
En base a esta idea, en este trabajo he querido mostrar la personalidad de diferentes sujetos a través de sus manos. Para ello he procurado retratar personas de distintas razas, edades y sexos realizando acciones variadas con el fin de dar una visión lo más amplia posible.
